
Redacción Sonríe Miami
Seguramente has escuchado sobre el Síndrome del Impostor, es cuando una persona siente que no merece el éxito o el mérito alcanzado; cuando al ser elogiados por algo, se sienten sorprendidos o incómodos o cuando cuestionan sus logros.
La psicóloga Trinidad Gómez, de la Organización Psiconecta, señala que “el fenómeno del impostor, mejor conocido como síndrome del impostor, se refiere a una tendencia a atribuir el éxito profesional (o académico) no a las propias habilidades o talento, sino a factores externos, como un esfuerzo excesivo o circunstancias favorables (suerte). Aquellas personas que experimentan este síndrome temen ser descubiertos como “impostores” y creen que en realidad son incompetentes, a pesar de la existencia de pruebas de su capacidad y logros. En simple, es una sensación persistente de miedo a ser expuestos como un fraude en el campo de trabajo (u otras áreas de la vida)”.
El concepto del síndrome del impostor fue acuñado por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978. Inicialmente, describieron este fenómeno en mujeres con altos logros académicos y profesionales que, a pesar de sus éxitos, se sentían como impostoras. Sin embargo, con el tiempo, se ha reconocido que afecta a personas de todos los géneros y en diversos campos.
Las causas del síndrome pueden variar y son multifacéticas. Algunos factores que se han identificado como contribuyentes incluyen la autoexigencia excesiva, la falta de reconocimiento durante la infancia, el perfeccionismo, la comparación constante con los demás y situaciones de transición, como cambios de carrera o ascensos.
Es importante destacar que el síndrome del impostor no está clasificado como un trastorno psicológico en los manuales de diagnóstico, pero puede afectar significativamente el bienestar emocional y la autoestima de las personas que lo experimentan. El reconocimiento del fenómeno y la búsqueda de apoyo psicológico pueden ser útiles para superar estos sentimientos y mejorar la autoconfianza.
Si alguna vez te has sentido no merecedora o merecedor de algo o te has identificado con lo que hemos expuesto anteriormente, en Sonríe Miami te compartimos cinco pasos para combatir este síndrome:
Reconoce y acepta tus logros: Haz una lista de tus éxitos, habilidades y logros. Reconoce tus capacidades y méritos, y date cuenta de que no todo se debe a la suerte o a factores externos.
Habla sobre tus sentimientos: Comparte tus sentimientos con amigos, familiares o colegas de confianza. A menudo, expresar tus preocupaciones en voz alta puede ayudar a desmitificarlas y recibir el apoyo necesario.
Desafía tus pensamientos negativos: Cuestiona las creencias negativas que tienes sobre ti mismo. Analiza críticamente esas voces internas que te dicen que eres un fraude y busca evidencia objetiva que contradiga esos pensamientos.
Cambia tu lenguaje interno: Presta atención a cómo te hablas a ti mismo. Intenta cambiar los autodescargas negativos por afirmaciones más positivas y realistas. En lugar de decir “No merezco estar aquí”, puedes decirte a ti mismo “He trabajado duro para llegar hasta aquí y tengo las habilidades necesarias”.
Establece metas realistas: Aprende a establecer metas alcanzables y realistas. El perfeccionismo puede alimentar el síndrome del impostor.
Por útimo, te compartimos una lista de 3 libros para que conozcas más de este tema:
- El síndrome del impostor, Sandi Mann. Editorial Urano.
- El síndrome de la impostora: ¿Por qué las Mujeres Siguen sin Creer en Ellas Mismas?, Elisabeth Cadoche y Anne de Montarlot. Editorial Planeta.
- Vayamos adelante: Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar, Sheryl Sandberg. Editorial Knopf Doubleday Publishing Group.