Redacción Sonríe Miami

En los momentos de desastres naturales, accidentes o conflictos bélicos son muchas las manos que se suman para ayudar, pero también hay un elemento clave que hace que los trabajos sean más expeditos y eficientes, allí es donde entran los K9, son perros que se destinan a la localización de personas, de ellos existen dos modalidades: los de venteo y los de rastreo.

Moisés Belloch, bombero valenciano, responsable de la unidad canina y presidente de la ONG Intervención Ayuda Emergencia, explica que los perros de venteo trabajan con un olor genérico y se usan en casos de desaparición de personas o cuando se derrumba un edificio. Esta práctica no es nueva, Belloch detalla que se remonta a la segunda guerra mundial, cuando era necesario localizar a personas desaparecidas tras los bombardeos.

También agrega que cada especialidad necesita una raza específica, el de búsqueda de olor genérico tiene que ser un perro activo, nervioso y ágil, para desplazarse entre los escombros. Deben tener una capacidad innata de ventear, como el Pastor Alemán, el Pastor Belga o el Golden Retriever. En cambio, para los de rastreo se necesitan sabuesos que en su genética está el buscar, como los perros de orejas largas o lo de caza.

En ambos casos, estos perros requieren un cuidado especial: buena alimentación, entrenamiento diario y particular, independientemente de los entrenamientos colectivos. “Los comenzamos a entrenar desde que son cachorros, y a partir de ahí los introducimos a su disciplina, a los dos años pueden participar en las búsquedas”, explica el presidente de la ONG Intervención Ayuda Emergencia.

Además, los K9 también deben tener una motivación especial para realizar búsquedas por largo tiempo, aun cuando las condiciones son desfavorables. De acuerdo con la Unidad Canina de Búsqueda y Localización en Emergencias de Colombia: “se prefieren aquellos perros que tienen un impulso de presa muy desarrollado y se obsesionan con encontrar a la víctima para así poder obtener su recompensa”.

Moisés Belloch asegura que este trabajo es muy significativo, no solo por la labor que prestan los bomberos y atesora muchas anécdotas valiosas; una de las que más le impactó fue en el terremoto en Turquía, cuenta que las labores de rescate eran muy adversas porque hacía mucho calor, 40 grados centígrados, además los damnificados tenían el agua racionada, solo una bolsa de un litro por persona para todo el día.

“Nosotros (el grupo de rescate) teníamos agua. Me marcó mucho ver que cuando entramos a un edificio, ellos querían pagar el trabajo del perro dándoles de beber el agua que tenían, como una forma de pagarle al canino la ayuda que estaba prestando. Estaban quitándose el agua para ayudar y aunque les explicamos que esto no era necesario, varias personas les dieron parte de su agua, fue muy impactante”, afirma.

Estos perros son fundamentales y su aporte es clave para la ayuda en los momentos difíciles, por eso en Sonríe Miami quisimos hablarte de ellos y homenajear no solamente a los caninos sino también a quienes se dedican a entrenarlos.

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Fotos: Cortesía Moisés Belloch

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