Es bien sabido que la diabetes mellitus es una enfermedad compleja que se desarrolla a causa de la incapacidad de las células pancreáticas para producir insulina o por la incapacidad para utilizar la insulina por parte de otras células, lo que provoca un exceso de azúcar en la sangre. 

Este padecimiento no sólo afecta a las personas, también se han diagnosticado casos de diabetes en perros y gatos. Esto no es reciente en animales, sino que el incremento de las visitas al médico veterinario ha permitido detectarla y tratarla a tiempo.

La diabetes se presenta en perros y gatos en la vejez, es decir a partir de los 9 a 10 años de edad y se relaciona con enfermedad del páncreas, con otras alteraciones hormonales, con la utilización de algunos medicamentos, con inflamación crónica como en el caso de infecciones renales e inclusive con obesidad, siendo esta última un factor que multiplica por 4 las posibilidades de tener diabetes mellitus en perros y sobre todo en gatos.

Estadísticas a nivel global apuntan a que cinco de cada mil perros y tres de cada mil gatos padecen dicho trastorno endocrino.

Entre algunas razas caninas y felinas que tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus, son: los Keeshond, Caniche, Puli húngaro, Pinscher miniatura, Samoyedo, Antiguo Pastor Inglés, Dachshund, Springer Spaniel, Alaska Malamute, Schipperke, Schnauzer miniatura, Spitz Finlandés, Chow chow, West Highland White Terrier, Beagle, Cairn Terrier, Doberman y Golden Retriever; en cuanto a los gatos la raza Burmés tiene mayor susceptibilidad a desarrollar este trastorno.

Aunque el diagnóstico debe ser a través de un exhaustivo examen con el Médico Veterinario, hay algunas señales que nos puede alertar para sospechar que nuestra mascota presenta la enfermedad:

  • Aumenta su sed
  • Pérdida de peso inexplicada
  • Aumento del apetito
  • Letargo y debilidad

Los animales con diabetes necesitarán aplicaciones de insulina para regular sus niveles de glucosa en sangre. El médico veterinario determinará la dosis y los horarios adecuados.

Una Dieta balanceada puede ayudar a controlar los niveles de glucosa. Mantener un peso saludable es esencial.

El ejercicio regular es fundamental para su bienestar.  También es importante el seguimiento constante de los niveles de glucosa en sangre de tu mascota y observar cualquier cambio en los signos clínicos.

Para más información puedes visitar la página: https://www.diabetes-perros.com/ o bien, consultar con tu veterinario de confianza. 

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