
“Qué comer después del ejercicio para adelgazar”, “suplemento para adelgazar rápido”, “remedios para adelgazar sin receta” y “el boniato ayuda a adelgazar”… son los términos relacionados con la pérdida de peso que más se buscan en Google.
Parte de esos términos reflejan un problema, la adjudicación de la responsabilidad del proceso de pérdida de peso. La gente busca “atajos” para perder peso.
La gente no necesariamente quiere perder peso, pero a menudo las personas parecen querer estar delgadas casi con una varita mágica, la salud y la pérdida de peso pueden estar vinculados, pero dependiendo de cómo se lleve el proceso de adelgazamiento, este incluso podría ser causa de enfermedad.
Los problemas en la relación con el cuerpo tienen su origen en la valoración exagerada de la delgadez y la percepción -errónea- de que delgadez y salud son sinónimos.
En este contexto, la valoración de la delgadez intensa (y el consiguiente elogio que se da cuando alguien pierde peso) ayuda a explicar por qué las personas tardan en identificar a los amigos o familiares que tienen trastornos alimentarios.
En cualquier caso, es mejor no hablar del cuerpo de otra persona, porque no se conoce la historia de ella.
Existe mucha transferencia de la culpa de las personas, incluso transferencia de la responsabilidad del proceso de pérdida de peso. siempre se está buscando una pastilla mágica, un punto de inflexión, o aquello que provocará el cambio y el resultado que estamos esperando. Y esto sucede muchas veces por una expectativa poco realista de cuál es realmente el proceso de adelgazamiento, qué es la salud.
Hoy en día, cuando la gente piensa en nutrición, piensa directamente en la pérdida de peso y no necesariamente en el rendimiento, ni necesariamente en la salud.
La salud y la pérdida de peso pueden estar relacionados, pero dependiendo de cómo se lleve a cabo el proceso de pérdida de peso, incluso podría ser causa de enfermedad.
Entendemos el proceso de pérdida de peso como algo que tiene un principio, un desarrollo y un final, pero no tiene un principio, un desarrollo y un final.
Más que simplemente pensar en qué cuerpo queremos tener, qué peso queremos tener, debemos pensar en el estilo de vida que queremos.
Entonces sí podremos entender nuestros valores, nuestra realidad, hasta dónde se puede llegar. Otra cosa importante es que entendemos el proceso de pérdida de peso como algo lineal, y no lo es. El proceso de pérdida de peso tiene altibajos y la pregunta es cuánto puede aprender la persona de esos momentos: qué le funciona y qué no.
Realmente queremos una única fórmula mágica, pero no existe: la razón por la que una persona engorda es diferente de la razón por la que otra persona engorda.
Si somos personas tan diferentes, no habrá una única respuesta al proceso de adelgazamiento. Entonces se trata de comprender [la respuesta] dentro de la realidad de cada persona: la genética, los factores sociales, la historia de vida y los diferentes valores que la comida tiene para cada uno de nosotros.
Entender este proceso de pérdida de peso como sus altibajos y en qué medida podemos retomar el proceso, y continuar con el proceso, es lo que determinará gran parte de nuestro éxito a largo plazo.
Además de los factores que dependen del individuo, existen pilares esenciales para todos:
- El sueño, del que la gente es cada vez más consciente, pero aún no tiene idea de hasta qué punto influye directamente en nuestra capacidad para elegir alimentos, por ejemplo. Dormir bien, en cantidad la calidad es fundamental. No hay una pérdida de peso sostenible si se duerme mal. La falta de sueño aumenta el hambre, disminuye la saciedad y aumenta las ganas de comer. Además, nos enferma más y nos movemos menos, por lo que nos volvemos más sedentarios. Es una combinación muy peligrosa.
- La actividad física. Podemos pensar en la actividad física y el ejercicio: existe un entrenamiento estructurado, pero la actividad física son los movimientos que hacemos a diario. Algunas personas, a pesar de tener una carga de entrenamiento adecuada, se comportan de forma completamente sedentaria durante el resto del día. Así que uno acaba compensando al otro.
- El tercer pilar es la alimentación. Hay algunas cosas que ya sabemos que son fundamentales en nuestra dieta: debe ser muy rica en alimentos frescos, es decir, ensalada, verduras, arroz, frijoles, garbanzos, lentejas. Es eso de “pelar más y desempacar menos”. Y respetamos nuestros signos de hambre y saciedad, entendemos qué alimentos son desafiantes. Y las proteínas juegan un papel fundamental.
- Y el último pilar fundamental es la regulación emocional. Hoy en día lo que más utiliza la gente para la regulación emocional no es salir a caminar ni llorar. La gente come. A veces, una persona siente algo que no quiere sentir, por lo que come para aliviarlo. Entender qué válvulas de escape utiliza cada persona y cómo podemos darles un nuevo significado a estas válvulas de escape también es fundamental en el proceso de salud y pérdida de peso.