
Recientemente se conoció el caso de Bobi, un perro que murió a los 31 años y logró acompañar a sus cuidadores por muchos años, más de los esperados.
Bobi fue un perro bastante longevo, pero los canes con dueño en general están viviendo más años, debido al avance de los cuidados y la mejora en su alimentación y salud veterinaria.
Por lo mismo, hoy un perro de raza pequeña se considera senior a partir de los 10 años, en el caso de razas medianas, esto ocurre después de los 7 años, y en razas más grandes pasan a esta etapa senior a los 6 años.
Al vivir más años, el desafío es que el perro tenga una vejez con bienestar y salud. En esta fase, los dueños deben estar atentos a los cambios que experimente la mascota, para tratar oportunamente alguna afección.
Para que un perro llegue con la mejor salud posible a la vejez, los especialistas aconsejan una serie de recomendaciones.
Al llegar a edad avanzada es necesario cambiar su alimentación, reemplazando su comida para adulto por una para perros senior. Eso sí, el alimento para perros senior debería tener proteínas de alta calidad para mantener su masa muscular y evitar aumento de peso, mayor porcentaje de fibra para facilitar el tránsito intestinal, ácidos grasos esenciales Omega 3 y 6 y antioxidantes que ayudan a retardar el deterioro neuronal y cuidar su piel y pelaje.
El perro senior puede presentar Síndrome de Disfunción Cognitiva, similar al Alzheimer humano. Se manifiesta con desconocimiento de los dueños, desorientación, deambular de noche, no reaccionar a juegos, alejarse de los tutores o no responder a su nombre.
Si al perro le cuesta levantarse en las mañanas, no salta a la cama de los tutores o no desea pasear, se puede tratar con suplementos nutricionales de condroitín y glucosamina que reparan sus huesos.
Mientras el perro pueda movilizarse, es recomendable realizar diariamente paseos cortos para ejercitar su cuerpo y consumir su energía para que pueda dormir mejor de noche.
Es importante estimularlo mentalmente con juegos para evitar su apatía o aislamiento.
Probablemente deba cambiar su forma de relacionarse con la familia. Es mejor que los niños del hogar dejen de subirse encima del perro para no causarle un daño muscular u óseo.
Idealmente, hay que llevarlo dos veces al año, para un diagnóstico oportuno de enfermedades asociadas a la vejez, como afecciones cardíacas, renales y articulares, entre otras.
Asimismo, hay que estar atento a masas extrañas en su cuerpo sugerente de tumores, que puedan requerir cirugía.