Eugenia León / Psicoterapeuta
@asidelibre
Las palabras hieren. Si las personas supieran que las palabras pueden destruir sueños, relaciones y la autoestima, tendrían un filtro antes de hablar.
Por eso, si no eres capaz de halagar, apreciar y admirar: ¡Mantén la boca cerrada!
Ser impecable con tus palabras es un verdadero acto de amor propio, si dejas de culparte, juzgarte y criticarte, se vuelve una ola extensiva y tu energía empieza a fluir limpiando todo el veneno emocional que hay en tú interior.
Parece muy simple, pero es sumamente poderoso para ti y para tu entorno.
Los golpes hieren más que las palabras, pero las palabras marcan por siempre, tienen tanto poder que con ellas puedes destruir o construir a una persona.
Asume este primer acuerdo contigo mismo, sé impecable con tus palabras, comienza a honrar lo que dices. Y te darás cuenta del poder que tienen las palabras sobre nosotros y los demás.
¡Empieza ya y la transformación se iniciará junto a ti!
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